27.12.11
eBay Inspiration Shop
eBay creó en New York una vidriera con productos que interactuando con el móvil mediante códigos QR pueden comprarse en el acto desde el sitio de eBay. Hoy los consumidores demandan comprar como quieren y cuando quieren. Y los Smartphones están borrando las líneas entre online y offline.
Juzcar, una aldea "pitufa" real en España
Sony Pictures ambientó una pequeña aldea en España como parte de la película de los Pitufos. Y los habitantes decidieron dejarla así.
IKEA Big Sleepover
Ikea Inglaterra reunió a 100 personas para que se queden en un gran "Pijama Party" en uno de sus locales, junto a la estrella de reality Sam Faiers, que se dedicó a contarles cuentos para dormir.
26.12.11
Unilever España lanza una web promocional con consejos y descuentos en sus marcas
Unilever ha lanzado una web dirigida a los consumidores que incluye descuentos en marcas como Flora, Pond’s, Axe, Dove, Skip, Magnum o Knorr, propiedad de la multinacional. Este lanzamiento coincide con el estreno de la compañía en Facebook y Twitter, con un concurso para encontrar el hogar más sostenible de España.
Al mismo tiempo, con este club, Unilever quiere darse a conocer como marca corporativa de la mano de todas sus marcas e insistiendo en el atributo de la sostenibilidad, apostando fuertemente por internet y las redes sociales.
“Unilever y tú”, www.unileverytu.es, incluye una selección de ofertas adaptadas al perfil de cada consumidor (a través de cupones descuentos que se han de imprimir), junto con una sección de consejos prácticos para ayudar a los usuarios en su día a día con recetas, trucos y eco-consejos, para ser más sostenibles ahorrando energía en casa, mejorando su nutrición o cuidando el medio ambiente.
Estos eco-consejos permitirán, además de ahorro económico, hacer un uso más eficiente de los recursos e incluso de los propios productos. Además, la nueva web cuenta con una sección muy especial, que bajo el nombre “¿Te acuerdas?”, pretende hacer viajar a los usuarios a través del tiempo recordando algunos de los anuncios más emblemáticos de Unilever como los míticos anuncios protagonizados por “el osito de Mimosín”.
Además, alrededor de 135 personas de diferentes departamentos participaron en el casting para ser la imagen de este club, lo que supone más de un 30% de la plantilla en España. Son ellos quienes, a través de fotografías que evocan sus escenas más familiares o sus momentos de ocio con los amigos, conforman la imagen de “Unilever y tú”.
Para Nuria Hernández, directora de marketing de Unilever España, “la imagen del club no podía ser otra. Nuestros empleados son los mejores embajadores de nuestros productos. Los conocen y los usan ¿quiénes mejor que ellos para explicar cómo utilizarlos a nuestros consumidores?”.
Fuente: marketingnews.es
Hacia dónde van las Vending Machines
Una mirada al futuro cercano de estas máquinas que buscan personalizar y mejorar la experiencia de compra. Dos ejemplos de esto.
La ambición social de las marcas
Por Victor Acero
Aunque proliferan los rankings sobre el valor de las marcas, su conocimiento o su emotividad, un reciente estudio de Havas Media sobre el asunto ha llamado la atención por medir el significado de las marcas en el bienestar y la calidad de vida de los individuos y de la sociedad en general, es decir, la verdadera relevancia de las marcas en la vida de las personas.
En dicho estudio Ikea aparece como la compañía más relevante del mundo en esos términos, la segunda en España detrás de Mercadona. Ketchum Pleon trabaja con Ikea en España desde hace años y por eso no nos sorprende la posición de Ikea en un estudio como éste que mide la relevancia de la marca en relación con las expectativas de las personas.
¿Por qué es Ikea la marca más relevante del mundo? Porque pocas organizaciones fundamentan su forma de hacer negocio y de comunicar en una visión de lo que quiere para las personas y el mundo tan clara como la que tiene la compañía. Ikea fundamenta todo su negocio en una visión muy clara: crear un mejor día a día para la mayoría de las personas. Más allá de una declaración de intenciones, este propósito alinea toda la actividad y forma de actuar, y de comunicar, de la compañía, ayer, hoy y mañana.
Su CEO, Mikael Ohlsson, lo expresa de forma rotunda al afirmar que el desarrollo de Ikea en el futuro solo se hará en consonancia con las necesidades reales de las personas y de la sociedad y que cada vez más personas verán que Ikea tiene un impacto positivo real en sus vidas. También Philips, otra marca que se sitúa en el top del ranking de marcas significativas, asume una posición similar cuando su presidente Gerar Kelisterlee equipara el crecimiento de Philips con su capacidad para tener una contribución positiva en la vida de las personas.
Tener como objeto una función social como las descritas, y un enfoque tan decidido en impactar de forma positiva en la vida de las personas, no es una cuestión baladí si como resultado de ello te conviertes en la marca con la que los consumidores están dispuestos a conectar, frente a otras por las que no moverían un dedo.
Supervivencia
En su libro Marketing 3.0, Philip Kotler avanza esta dimensión de la empresa como un factor clave para la supervivencia de las marcas y las empresas en el futuro e insta a las marcas a dirigirse no solo al corazón y a la mente del consumidor sino al alma de las personas. No se trata solo de vender sino de proporcionar también significado y de contribuir al desarrollo de la sociedad. ¿Cómo? Ayudando de forma efectiva a mejorar la vida de los individuos, el bienestar de las comunidades y la sostenibilidad del planeta.
Los consumidores son cada vez menos consumidores. No buscan solo productos y servicios que satisfagan sus necesidades (racionales y emocionales) sino que además quieren encontrarlos en aquellas empresas que les resulten esencialmente buenas. ¿Sencillo? ¿Ingenuo? No hoy, no mañana. Las marcas no podrán sostenerse únicamente sobre la base de una propuesta de beneficio económico o utilitario, necesitará de una propuesta social que la haga significativa. Un propósito social que la transcienda que de forma real contribuya al bienestar de todos nosotros y del mundo.
Victor Acero es Group Manager de Ketchum Pleon
Fuente: marketingnews.es
23.12.11
El mejor Director Creativo de la historia: Papá Noel
Una buena parodia que muestra cómo sería trabajar para Papá Noel en una agencia. El video es un resumen de 3 minutos, del corto que pueden encontrar acá: fold7.com
22.12.11
Facebook y marcas: el muro es lo que importa
El muro, elemento informativo básico de las páginas de Facebook, es el que más miran los consumidores en los perfiles de las marcas en la red, según un estudio realizado por la empresa EyeTrackShop para la web estadounidense Mashable, especializada en información sobre medios sociales.
Las conclusiones que destaca Mashable son: casi todos los participantes miraron primero al muro en todas las páginas; y como media se le dedicó cuatro veces más tiempo de atención que al resto de elementos; la gente no mira mucho la imagen identificativa de la página, la que se sitúa en la parte superior izquierda, aunque el índice de atención aumenta si contienen rostros; la atención al muro se intensifica si éste incluye fotos entre sus elementos; y, como curiosidad (aunque quizá obvia), la única página en la que las fotos obtuvieron más tiempo de atención que el muro fue la de la firma de lencería Victoria’s Secret. El resto de las páginas que se usaron en el estudio fueron las de Coca-Cola, Starbucks, Oreo, Red Bull, Converse, All Star, Converse, Skittles, Playstation y Pringles.
El trabajo detectó que elementos aparentemente más atractivos como galerías de fotos o aplicaciones conseguían menos tiempo de atención visual que el muro. El estudio fue realizado con treinta personas y sobre las páginas de marca con más seguidores de la red.
Fuente: marketingnews.es
Los 5 errores más comunes (y graves) de las sesiones de grupo
Publicado por Juan Isaza el 21/12/11:
Desde hace mucho tiempo he sido muy crítico de las sesiones de grupo como herramienta de investigación. Pero no por las sesiones en sí, cuyo uso ya alcanza varias décadas en el mundo y que ha servido para que muchos profesionales del marketing, muchas agencias de publicidad y muchos estrategas entiendan el mundo del consumidor y lo exploren. El problema no está en la metodología sino en la forma como se asumen los hallazgos y como se interpreta lo que dice el consumidor.
Es difícil hacer un “Top 5” de los errores más comunes, pero he tratado de recolectar algunos que me parece que no sólo ponen en peligro el valor de las marcas, pues llevan a decisiones equivocadas, sino que convierten en desperdicio la inversión que se hace al reunir un grupo de consumidores para hablar de la marca.
1. Un error grave y quizás el más común tiene que ver con tomar literalmente lo que dicen los consumidores. Y el error en este caso radica en el hecho de que en la sesión, el consumidor invitado es un objeto de estudio, es decir sus opiniones, la forma como las expresa, su comportamiento y todo lo que rodea su participación debe ser interpretado. El participante no es un consultor. No es un experto y no sabe interpretar sus percepciones. Es un error, entonces, tomar como recomendaciones las respuestas a preguntas que tienen que ver con qué le mejoraría al producto, por ejemplo, o qué haría él si fuera el gerente de la marca. Si no se interpretan sus respuestas y, en cambio, se toma literalmente lo que el consumidor recomienda se está perdiendo todo el valor de la investigación. Si una empresa hace lo que el consumidor dice en vez de interpretar lo que dice como forma de entender su problemática, está desperdiciando todo el dinero de la investigación y sería quizás mucho más eficiente sentar a una ama de casa cualquiera en la silla del director de marketing.
2. Otro error consiste en perder la capacidad crítica frente a lo que el consumidor dice. Pensar que todo lo que dice, lo está sintiendo realmente evidencia a un mal moderador y a un investigador sin experiencia. Hace poco leí los resultados de un estudio desarrollado por Discovery Channel en el que se encontró que en una conversación de 10 minutos, las personas mintieron un promedio de 2.9 veces. Esto significaría que en una sesión de 8 participantes que dure 2 horas, podría haber hasta 280 mentiras. Sin embargo, es muy poco común que un moderador luego de la sesión se atreva a señalar las mentiras que encontró. A los clientes yo les recomiendo con frecuencia hacer el ejercicio de encontrar las mentiras dentro de las conversaciones de los participantes. Esto sirve para ejercitar el pensamiento crítico. Nada más ingenuo que creer que en una sesión de dos horas, mientras come papas y toma refresco, el consumidor dice la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
3. Es muy común perder el sentido crítico frente a lo que representa un entorno de laboratorio comparado con la realidad. Cuando un consumidor dice que seguramente compraría el producto sabe que no está obligado a comprarlo pues está en una sesión en la que simplemente le están preguntando sus opiniones. Así que uno de los errores más comunes es tomar como intención de compra real únicamente porque así lo expresó. Recuerdo mucho a una buena maestra en planning que ponía un ejemplo muy claro: Un viejo amigo que te encuentras en la calle y luego de la alegría de verse nuevamente tu amigo propone tomarse un café a la siguiente semana. Seguro tiene intención real y mucho interés en tomarse ese café contigo. No lo está diciendo por quedar bien. De seguro lo dice de corazón. La pregunta es: ¿Cuántas veces nos pasa una situación así y nunca recibimos la llamada del amigo para tomar ese café? Así que pretender pronosticar las ventas de un producto a partir de declaraciones de intenciones en una sesión de grupo es algo que lo único que muestra es el nivel de inexperiencia del investigador o del director de marketing.
4. Un grave y común error es tener en cuenta las palabras y dejar de lado el lenguaje corporal. Hemos escuchado mil veces que el cuerpo es el vehículo más importante (y más sincero) de expresión de los seres humanos. Hay quienes afirman que el 90% de las expresiones de una persona tienen que ver con el cuerpo y el 10% o menos tienen que ver con las palabras. De esta manera, quien no analiza lo que la gente dice con su cuerpo en una sesión de grupo está perdiendo la mayor parte de la sesión. A mí me impresiona como muchos moderadores o también muchos directores de marketing o gente de las agencias no contrastan lo que expresa la gente con sus palabras vs lo que dice con su cuerpo. ¿Cómo es posible que alguien critique de manera ácida un comercial, por ejemplo, si mientras lo veía, estaba sonriendo todo el tiempo? Esto para citar quizás el ejemplo más simple. Perder las expresiones que van más allá de lo oral es un grave, gravísimo error.
5. Si tuviera que poner en un ranking los errores más comunes, quizás este quinto sería el más grave. Y tiene que ver con olvidar que las sesiones de grupo son una herramienta cualitativa y no cuantitativa. Así que aquellos que dicen: “el 80% de la gente prefirió el sabor a manzana vs el sabor a uva”, considerando que la muestra son 40 asistentes a cinco sesiones de grupo son unos irresponsables. Ahora, lo que muchas veces los clientes no entienden y las compañías de investigación olvidan enfatizar es que si lo que uno busca es llegar a una cifra como esa, no puede usar sesiones de grupo como herramienta. De otro lado, es bastante común también olvidar el gran valor de las sesiones de grupo y, en general, de las metodologías cualitativas: la posibilidad de explorar, profundizar, indagar… Buscar preguntar para cuantificar las respuestas es perder la oportunidad de encontrar valiosos insights que puedan redirigir, cuestionar o confrontar las visiones tradicionales sobre una categoría o un marca.
Estos cinco serían mi selección principal de errores. Es muy difícil de expresar la tristeza y la preocupación que me producen los clientes que inducen a las agencias de investigación hacia errores como estos. Así como los moderadores sin experiencia que pierden el sentido crítico. Es increíble ver como no entienden que en sus manos tienen marcas muy valiosas, con equities construidos durante años, millones de dólares en inversión que irán a la basura. Todo por buscar la “certeza” de tener las palabras textuales de un consumidor que lo dijo en una sesión. De esta manera, se lanzan al vacío, ese vacío al que lleva la falta de criterio. Nadie los juzgará y seguramente nadie nunca podrá acusarlos del crimen que significa perder una oportunidad de crecimiento para una marca, cederle terreno a un competidor o no leer con ojos suficientemente críticos lo que el mercado necesita. Suena dramático pero, créanme, es mucho más común de lo que uno podría pensar.
Fuente: juanisaza.com
Desde hace mucho tiempo he sido muy crítico de las sesiones de grupo como herramienta de investigación. Pero no por las sesiones en sí, cuyo uso ya alcanza varias décadas en el mundo y que ha servido para que muchos profesionales del marketing, muchas agencias de publicidad y muchos estrategas entiendan el mundo del consumidor y lo exploren. El problema no está en la metodología sino en la forma como se asumen los hallazgos y como se interpreta lo que dice el consumidor.
Es difícil hacer un “Top 5” de los errores más comunes, pero he tratado de recolectar algunos que me parece que no sólo ponen en peligro el valor de las marcas, pues llevan a decisiones equivocadas, sino que convierten en desperdicio la inversión que se hace al reunir un grupo de consumidores para hablar de la marca.
1. Un error grave y quizás el más común tiene que ver con tomar literalmente lo que dicen los consumidores. Y el error en este caso radica en el hecho de que en la sesión, el consumidor invitado es un objeto de estudio, es decir sus opiniones, la forma como las expresa, su comportamiento y todo lo que rodea su participación debe ser interpretado. El participante no es un consultor. No es un experto y no sabe interpretar sus percepciones. Es un error, entonces, tomar como recomendaciones las respuestas a preguntas que tienen que ver con qué le mejoraría al producto, por ejemplo, o qué haría él si fuera el gerente de la marca. Si no se interpretan sus respuestas y, en cambio, se toma literalmente lo que el consumidor recomienda se está perdiendo todo el valor de la investigación. Si una empresa hace lo que el consumidor dice en vez de interpretar lo que dice como forma de entender su problemática, está desperdiciando todo el dinero de la investigación y sería quizás mucho más eficiente sentar a una ama de casa cualquiera en la silla del director de marketing.
2. Otro error consiste en perder la capacidad crítica frente a lo que el consumidor dice. Pensar que todo lo que dice, lo está sintiendo realmente evidencia a un mal moderador y a un investigador sin experiencia. Hace poco leí los resultados de un estudio desarrollado por Discovery Channel en el que se encontró que en una conversación de 10 minutos, las personas mintieron un promedio de 2.9 veces. Esto significaría que en una sesión de 8 participantes que dure 2 horas, podría haber hasta 280 mentiras. Sin embargo, es muy poco común que un moderador luego de la sesión se atreva a señalar las mentiras que encontró. A los clientes yo les recomiendo con frecuencia hacer el ejercicio de encontrar las mentiras dentro de las conversaciones de los participantes. Esto sirve para ejercitar el pensamiento crítico. Nada más ingenuo que creer que en una sesión de dos horas, mientras come papas y toma refresco, el consumidor dice la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
3. Es muy común perder el sentido crítico frente a lo que representa un entorno de laboratorio comparado con la realidad. Cuando un consumidor dice que seguramente compraría el producto sabe que no está obligado a comprarlo pues está en una sesión en la que simplemente le están preguntando sus opiniones. Así que uno de los errores más comunes es tomar como intención de compra real únicamente porque así lo expresó. Recuerdo mucho a una buena maestra en planning que ponía un ejemplo muy claro: Un viejo amigo que te encuentras en la calle y luego de la alegría de verse nuevamente tu amigo propone tomarse un café a la siguiente semana. Seguro tiene intención real y mucho interés en tomarse ese café contigo. No lo está diciendo por quedar bien. De seguro lo dice de corazón. La pregunta es: ¿Cuántas veces nos pasa una situación así y nunca recibimos la llamada del amigo para tomar ese café? Así que pretender pronosticar las ventas de un producto a partir de declaraciones de intenciones en una sesión de grupo es algo que lo único que muestra es el nivel de inexperiencia del investigador o del director de marketing.
4. Un grave y común error es tener en cuenta las palabras y dejar de lado el lenguaje corporal. Hemos escuchado mil veces que el cuerpo es el vehículo más importante (y más sincero) de expresión de los seres humanos. Hay quienes afirman que el 90% de las expresiones de una persona tienen que ver con el cuerpo y el 10% o menos tienen que ver con las palabras. De esta manera, quien no analiza lo que la gente dice con su cuerpo en una sesión de grupo está perdiendo la mayor parte de la sesión. A mí me impresiona como muchos moderadores o también muchos directores de marketing o gente de las agencias no contrastan lo que expresa la gente con sus palabras vs lo que dice con su cuerpo. ¿Cómo es posible que alguien critique de manera ácida un comercial, por ejemplo, si mientras lo veía, estaba sonriendo todo el tiempo? Esto para citar quizás el ejemplo más simple. Perder las expresiones que van más allá de lo oral es un grave, gravísimo error.
5. Si tuviera que poner en un ranking los errores más comunes, quizás este quinto sería el más grave. Y tiene que ver con olvidar que las sesiones de grupo son una herramienta cualitativa y no cuantitativa. Así que aquellos que dicen: “el 80% de la gente prefirió el sabor a manzana vs el sabor a uva”, considerando que la muestra son 40 asistentes a cinco sesiones de grupo son unos irresponsables. Ahora, lo que muchas veces los clientes no entienden y las compañías de investigación olvidan enfatizar es que si lo que uno busca es llegar a una cifra como esa, no puede usar sesiones de grupo como herramienta. De otro lado, es bastante común también olvidar el gran valor de las sesiones de grupo y, en general, de las metodologías cualitativas: la posibilidad de explorar, profundizar, indagar… Buscar preguntar para cuantificar las respuestas es perder la oportunidad de encontrar valiosos insights que puedan redirigir, cuestionar o confrontar las visiones tradicionales sobre una categoría o un marca.
Estos cinco serían mi selección principal de errores. Es muy difícil de expresar la tristeza y la preocupación que me producen los clientes que inducen a las agencias de investigación hacia errores como estos. Así como los moderadores sin experiencia que pierden el sentido crítico. Es increíble ver como no entienden que en sus manos tienen marcas muy valiosas, con equities construidos durante años, millones de dólares en inversión que irán a la basura. Todo por buscar la “certeza” de tener las palabras textuales de un consumidor que lo dijo en una sesión. De esta manera, se lanzan al vacío, ese vacío al que lleva la falta de criterio. Nadie los juzgará y seguramente nadie nunca podrá acusarlos del crimen que significa perder una oportunidad de crecimiento para una marca, cederle terreno a un competidor o no leer con ojos suficientemente críticos lo que el mercado necesita. Suena dramático pero, créanme, es mucho más común de lo que uno podría pensar.
Fuente: juanisaza.com
Lo quiero para ayer
"Anatomy of an Advertising Emergency", una infografía hecha para contar lo que pasa en una agencia cuando las papas queman.
Te bajo la luna
Private Moon es la obra del fotógrafo Leonid Tishkov, que con gran poesía nos trae la luna en una versión terrenal.
Fuente: Fubiz
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